martes, 15 de noviembre de 2016

Economía de España después de la Guerra Civil

La Guerra Civil de España trajo consigo numerosas consecuencias, pero hoy las analizaremos en cuestión al plano económico. 

La Guerra Civil terminó en 1939 con la victoria del bando sublevado, a su vez, se produjo el posicionamiento de Francisco Franco como jefe de Estado en una dictadura que duraría hasta 1975. Esta etapa histórica/económica la podemos dividir en dos:

- Autarquía y aislamiento: 



Esta etapa comprende desde el fin de la Guerra Civil  hasta 1959. Se caracteriza por una gran depresión de la producción, la escasez de todo tipo de bienes y la interrupción del proceso de modernización y crecimiento iniciado en algunos ámbitos durante la Segunda República. En el ámbito internacional destaca el proteccionismo comercial y financiero adoptado por los países europeos durante la guerra mundial y en los primeros años de la posguerra, así como el aislamiento impuesto a España por razones políticas. Obviamente, esto sumado a los costes de una gran guerra solo podía provocar efectos negativos sobre la economía española.


- Plan nacional de Estabilización:


El plan nacional de Estabilización (1959) fue un conjunto de medidas económicas aprobadas por el gobierno de España que rompían con el esquema autárquico seguido previamente que imitaba las posturas totalitarias de Italia y Alemania. El objetivo del plan fue la estabilización y liberalización de la economía española. Posibilitó el inicio de una época de crecimiento económico en el país durante los años sesenta. El Plan marcaba una serie de objetivos a conseguir: estabilidad económica, equilibrio en la balanza de pagos y robustecimiento de la moneda, de modo que se convierta en una divisa estable. Se preveía la liberalización progresiva de la importación de mercancías y paralelamente, la de su comercio interior.
Las medidas adoptadas trataban no sólo de restablecer los equilibrios sino, además, de abandonar el modelo de desarrollo hacia adentro y de incorporar la economía española a los mercados internacionales, saneando la economía para poner los mimbres adecuados para un posterior crecimiento económico.


Consecuencia de este plan, en los años sesenta se incrementó fuertemente el crecimiento de la economía española, el más alto vivido hasta entonces. Sin embargo, a lo largo de esta misma década se produjo un nuevo viraje hacia posiciones proteccionistas e intervencionistas, por razones políticas y económicas, que favorecieron a las grandes corporaciones españolas, dominadas por la banca, que impidieron la consolidación de un sistema competitivo y que dejó una pesada herencia económica que dificultaría la modernización de la economía española durante el proceso de transición democrática.



Fuente: Wikipedia

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